CERÁMICA

La elaboración de las piezas de cerámica es un proceso muy popular. Dentro de esta arte existe una cantidad infinita de posibilidades, al combinar diferentes tipos de técnicas, arcillas, esmaltes, colores, herramientas, cocciones… Es un mundo muy extenso que me fascina mucho siendo el aprendizaje constante e inspirador.

BIZCOCHO Y ESMALTADO

Todas la piezas que hago pasan como mínimo dos veces por el horno. La primera cocción se llama «bizcocho» y dura entre diez y doce horas, alcanzando temperaturas que oscilan entre 900 y 1030 °C; transformando la arcilla cruda en cerámica, más dura y resistente.

La segunda cocción sirve para esmaltar las piezas. Los esmaltes aportan a las piezas colores y una textura más homogénea; en el caso de las vajillas, es un proceso indispensable para que sean impermeables y aptas para alimentos. Se puede esmaltar a baja o a alta temperatura (1020 °C o 1250 °C) dependiendo del tipo de arcillas que utilicemos en el proceso.

TERCER FUEGO

Esta es la cocción que se hacen una vez esmaltada la pieza, si se quiere añadir algún detalle, por ejemplo oro o platino. Se cuece a 800 °C entre cinco o seis horas y la pieza se transformará en una joya preciosa.